En 1935, durante una reunión médica en Nueva Orleans, dos ginecólogos, Stein y Leventhal presentaron un estudio que incluía siete casos de mujeres que sufrían disfunciones menstruales, hirsutismo, esterilidad y ovarios poliquísticos bilaterales. Esta afección fue bautizada con el nombre de Síndrome de Stein-Leventhal que, más tarde se conocería como nuestro querido síndrome de ovario poliquístico (SOP).
Hoy en día, el SOP se reconoce como la patología más común en mujeres en edad reproductiva que afecta al 5%-7% de mujeres en edad reproductiva, con características clave de irregularidad menstrual, andrógenos elevados y ovarios de apariencia poliquística.
Historia sobre el Síndrome de Ovario Poliquístico
En 1990 durante una conferencia de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), el SOP fue definido como un trastorno caracterizado por hiperandrogenismo clínico o bioquímico más trastorno menstrual. Se determinó que, para realizar el diagnóstico, deben excluirse otras afecciones, como el síndrome de Cushing, hiperplasia suprarrenal congénita e hiperprolactinemia.
En 2003, se evalúan nuevamente los criterios de diagnóstico por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología y la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, realizado en Rotterdam, donde se incorpora la morfología ovárica como criterio diagnóstico, definida como la existencia de 12 o más folículos de 2 a 9 mm de diámetro o un volumen ovárico mayor a 10 mL en uno o ambos ovarios, sin considerar el aspecto subjetivo de ovarios poliquísticos o la distribución folicular.
El consenso de Rotterdam definió que para considerar síndrome de ovario poliquístico deben cumplirse dos de los tres criterios siguientes:
- hiperandrogenismo clínico o bioquímico
- oligoanovulación
- morfología ovárica poliquística
El diagnóstico a través de los criterios de Rotterdam podría sobre diagnosticar el síndrome especialmente en las adolescentes, ya que el hirsutismo, las irregularidades menstruales, el acné y el sobrepeso podrían perfectamente representar cambios fisiológicos propios de la edad.
Nuevos parámetros del Síndrome de Ovario Poliquístico
A día de hoy el diagnóstico de SOP sigue siendo motivo de controversia entre los expertos y aún se sigue debatiendo, aunque con un apoyo creciente para la propuesta del Tercer Taller de Consenso de Amsterdam 2012 que incluye:
- oligo-anovulación
- hiperandrogenismo
- aumento en el volumen de uno o ambos ovarios por ultrasonido
En los últimos años, los estudios publicados señalan el importante vínculo entre obesidad, resistencia a la insulina y el SOP. Por tanto es importante que tanto tú como paciente y el profesional que te trate, abordéis una estrategia no solo para mejorar los síntomas, a menudo problemáticos, sino también para los riesgos a largo plazo asociados a la resistencia a la insulina. De hecho, es posible que el manejo de tus síntomas varíe con el tiempo, en función de las distintas etapas de tu vida.
La modificación del estilo de vida hacia el control del peso y el mantenimiento de la actividad física adecuada va a ser vital para que tú, como mujer con SOP, puedas vivir con la menor sintomatología posible.
Diagnosticar el SOP
No existe una única prueba específica que nos diga si padecemos SOP o no y, como vimos anteriormente, tampoco existe un acuerdo unánime en los criterios de diagnóstico. Podemos decir que el diagnóstico de SOP es un diagnóstico de exclusión.
El SOP es un síndrome complejo en el que destacan, al menos, tres tipos de alteraciones interrelacionadas entre sí:
Disfunción neuroendocrina
Caracterizada por un aumento de la secreción de LH y una secreción de FSH normal o disminuida. Para que esto no te suene a chino, la LH y FSH son dos hormonas producidas por la hipófisis y el hipotálamo que se encargan de controlar tu función ovárica, es decir, son las directoras de la orquesta en el ritmo de tu ciclo menstrual e influyen directamente en la producción de estrógeno y progesterona. También se las conoce como gonadotropinas.
Las últimas evidencias sugieren que se trataría probablemente de una disfunción hipotalámica secundaria a los niveles elevados de andrógenos e insulina.
Disfunción metabólica
En el SOP se genera una Resistencia a la Insulina (RI). La RI promueve una mayor secreción de andrógenos por el ovario y las glándulas suprarrenales, estimula la secreción de LH y disminuye la síntesis hepática de la SHBG (globulina trasportadora de hormonas sexuales) con lo cual aumenta la fracción libre y actividad biológica de los andrógenos. Esta disfunción metabólica, se asocia especialmente a los casos de SOP con hiperandrogenemia.
Disfunción de la esteroidogénesis ovárica/suprarrenal
Se trata de un pilar fundamental y se caracteriza por una alteración de la biosíntesis de los andrógenos. Existe una enzima conocida como citocromo P450c17, cuya actividad está aumentada en mujeres con SOP, que sería en este caso la “culpable” de esta alteración, manifestándose por tanto, una sobreproducción de andrógenos ováricos y adrenales.
El aumento de los andrógenos intraováricos, alteran el desarrollo de los folículos y la ovulación, de ahí las características irregularidades menstruales en mujeres con SOP.
Pruebas para el diagnóstico del Síndrome de Ovario Poliquístico
Examen físico
Hay que observar el hirsutismo, el acné, alopecia androgénica (pérdida del cabello de patrón masculino) y acantosis nigricans (manchas oscuras que aparecen en algunos pliegues de la piel) en cuello, nuca, axilas y cara interna de los muslos, manifestación típica de pacientes con resistencia a la insulina.
Analíticas
Es muy importante tener una analítica completa hormonal incluyendo lo siguiente:
- Testosterona total
- Testosterona libre
- LH
- FSH
- DHEA – sulfato
- Androstendiona
- Progesterona
- Estradiol
- Prolactina
- SHBG
Estaría genial incluir también un perfil tiroideo y medir el cortisol. No hay que olvidar pedir la prueba para la resistencia a la insulina, mediante el test de HOMA (Homeostasis Model Assessment of Insulin Resistance), aunque algunos médicos se resisten a hacerla es bueno tenerla como punto de referencia. No obstante, su normalidad no permite descartar RI.
Ecografía
Este procedimiento es útil para detectar la morfología de ovarios poliquísticos. Los criterios actualmente utilizados para definir ovarios poliquísticos son: presencia de 12 o más folículos en cada ovario (barrido completo) que midan entre 2-9 mm de diámetro y/o un volumen ovárico aumentado (> 10 ml) en fase folicular temprana. Esta definición no se aplica a mujeres que toman anticonceptivos orales. Sólo un ovario afectado es suficiente para definir el síndrome.
Recuerda que la ecografía por sí sola no significa que padezcas SOP. De hecho una gran mayoría de mujeres presentan ovarios poliquísticos en algún momento de su vida fértil sin la necesidad de tener el síndrome, esto es conocido como OP.
Cómo mejorar el Síndrome de Ovario Poliquístico
El SOP no tiene cura porque no es ninguna enfermedad, esto hay que dejarlo muy claro, es un trastorno metabólico, digamos que si no vivimos acorde a nuestro metabolismo, éste comienza a “fallar” y es cuando se producen los trastornos metabólicos.
El Síndrome de Ovarios Poliquísticos es la respuesta a los cambios que han habido en nuestro estilo de vida y en especial en nuestra alimentación. Por eso mismo, desde mi perspectiva y bajo mi propia experiencia, la forma de mejorar o incluso revertir los síntomas del SOP es cambiando nuestra alimentación y estilo de vida.
Necesitamos eliminar los alimentos y los comportamientos que tienen influencias hormonales negativas para nuestro cuerpo y que dañan nuestro metabolismo. Cuando comenzamos con este proceso de cambio permitimos a nuestro cuerpo regresar a su estado natural para mantenerse en forma y sobre todo para mantenerse saludable.
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