Dile No Al Gluten Y Libérate De La Inflamación

Muchas de las enfermedades modernas se relacionan con el consumo de productos ultra procesados, que por lo general derivan de los cereales, con el correspondiente añadido de azúcares, sal y grasas. Como medida para hacer frente a la epidemia de enfermedades  metabólicas, se ha retomado la tendencia hacia una alimentación más natural.

Cada vez son más las personas que omiten el trigo en su dieta, específicamente por la presencia del gluten en la estructura de este cereal. ¿A qué se debe esto? Muy sencillo: en la última década esta glucoproteína se ha relacionado con una variedad de síntomas gastrointestinales y extra intestinales, asociados al estado pro-inflamatorio que produce este compuesto en la luz intestinal.

La pregunta que surge al respecto es: ¿debo eliminar el gluten de mi dieta? ¿Cuáles son los posibles beneficios de este cambio?

Como dato curioso, la búsqueda de la frase dieta sin gluten en Google produce 4000 veces más resultados que el número de citas en Pubmed. En este artículo vamos a conocer las verdades y mentiras que se esconden detrás de esta nueva tendencia en el consumo de alimentos.

¿Qué es el gluten?

Empecemos definiendo al gluten como una fracción de proteína procedente de las especies de Triticum, representadas por el trigo, el centeno, la cebada, de sus variedades cruzadas y sus derivados. Aprende más en video.

El gluten tiene la característica de ser insoluble en agua. Es una proteína al que algunas personas son intolerantes. Es una mezcla inusualmente rica de gliadinas y gluteinas, proteínas complejas que no son totalmente digeribles por las enzimas intestinales.

La digestión parcial da como resultado una mezcla de péptidos que puede desencadenar la respuesta del huésped, condición similar a la resultante de la exposición intestinal a elementos patógenos.

La sensibilidad al gluten

La sensibilidad al gluten es una enfermedad digestiva que afecta a una de cada diez personas. Las dificultades para digerir esta proteína son la causa de varias enfermedades autoinmunes. Entre los trastornos relacionados con el gluten se encuentran:

Enfermedad celiaca (EC)

Es un trastorno autoinmune que, según datos recientes, afecta al 0,7% de la población de Estados Unidos. La enfermedad es causada por la activación inmune de la mucosa intestinal contra el gluten. Mira lo que ocurre en tu cuerpo en este video.

Las manifestaciones clínicas son numerosas y difieren entre adultos y niños. Pueden ser las siguientes: dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, hinchazón, confusión, dolor de cabeza, además del daño al epitelio intestinal.  Suele presentar complicaciones como:

Ataxia al gluten: caracterizada por la afectación al tejido nervioso ocasionando problemas para el control del movimiento muscular (detalle).

Dermatitis herpetiforme: lesión cutánea caracterizada por la presencia de múltiples lesiones de aspecto enrojecido que causan prurito y aparecen diseminadas por todo el cuerpo.

Alergia al gluten: es consecuencia de la respuesta mal dirigida del sistema inmune al gluten, el cual confunde la proteína del gluten con proteínas presentes en bacterias o virus. Como mecanismo de defensa crea anticuerpos contra esta proteína que se activan cada vez que se ingiere gluten causando síntomas como: dificultad respiratoria, congestión nasal y urticaria.

Sensibilidad al gluten no celiaca (SGNC): esta última no es muy conocida y está poco caracterizada. Los síntomas asociados son:

  1. Trastornos digestivos
  2. Cefaleas
  3. Dolores musculares y de articulaciones
  4. Anemia
  5. Erupciones en la piel
  6. Cistitis
  7. Depresión e irritabilidad

Su diagnóstico es realizado generalmente por descarte ya que no presenta las características patológicas y serológicas propias de la enfermedad celiaca. El único tratamiento efectivo para estas condiciones es una dieta sin gluten.

Beneficios de una dieta libre de gluten

Los estudios han demostrado que la gliadina en la pared intestinal puede causar un efecto inmediato y transitorio en la permeabilidad intestinal. Sin embargo, posteriormente se da la liberación de zonulina, un modulador de las uniones celulares que detiene la permeabilidad intestinal, esto ocurre en todas las personas que ingieren gluten.

Para las personas sensibles o predispuestas genéticamente, estos eventos pueden conducir a la activación del sistema de vigilancia inmunológico que por error reconoce a las proteínas del gluten como patógenas. ¿Quieres saber si eres intolerante al gluten? Descubre los 5 síntomas más comunes en este video.

SOP y SII

El Síndrome de Intestino Irritable (SII), condición bastante común en el SOP, se ha considerado parte del espectro de la SGNC. Las personas que padecen de SII/SGNC pueden ser colonizadas por un gran número de bacterias patógenas, además de presentar mayor cantidad de células inmunes en la pared intestinal. ¿Qué quiere decir esto? Que se produce un incremento de la permeabilidad intestinal, lo cual permite el paso de antígenos, sustancias extrañas que estimulan al sistema inmune, en este caso el gluten.

El estímulo al sistema inmune conduce a la liberación de sustancias como proteasas, histaminas y prostanoides, que contribuyen a la activación de respuestas neuronales anormales.

Toda esta cadena de eventos afecta la función motora y la percepción del dolor intestinal, así como las respuestas extra intestinales propias de la SGNC.

En una encuesta realizada a 314 individuos con enfermedad inflamatoria intestinal que han seguido en algún momento una dieta libre de gluten, se encontró que el 65% de los participantes experimentaron mejoría en al menos un síntoma clínico específico por exposición al gluten.

El 38% declaró haber presentado menos brotes severos mientras seguían una dieta libre de gluten, mientras que un 23% refirió necesitar menos medicamentos para controlar la enfermedad.

Por otra parte, la depresión, una condición también presente en el SOP, se ha relacionado con la ingesta de gluten en aquellas personas con sensibilidad.

En un estudio en el cual evaluaron la existencia de depresión en 22 personas con Síndrome de Intestino Irritable, se les administró durante 3 días un total de 16 gr de gluten, posteriormente 16 gramos de proteína y por último un placebo.  

En los resultados hallaron que el gluten tiene mayor efecto sobre la depresión que el placebo y la proteína es la que origina menor inflamación. El 90% de la muestra presentó depresión asociada a la ingesta de gluten. Conoce más sobre la vinculación entre depresión e inflamación en este enlace.

Dieta gluten free: ¿es para mí?

Gracias a la globalización y a la diversidad cultural, la posibilidad de adquirir alimentos que sean libres de gluten no es una tarea titánica. Más bien, resulta divertido empezar a buscar alternativas de preparaciones que omitan este elemento de tu dieta. Puedes encontrar alimentos interesantes como el cereal teff o descubrir los 5 supercereales que no contienen gluten.

Por regla general, el gluten forma parte del trigo y sus variantes como: el kamut, la espelta y la sémola; la cebada, el centeno, el triticale (un cereal cruzado derivado del trigo y el centeno) y en algunos casos la avena, si es producida con molidos donde también se procesen los cereales ya mencionados.

Conoce los alimentos que forman parte de una dieta sin gluten nutritiva y saludable. Ten presente que el gluten está escondido en alimentos que ni te imaginas, así que debes aprender a identificarlo para elegir muy bien los componentes de tu dieta gluten free.

Entre los individuos que manifiestan mejoría y beneficios por llevar una dieta libre de esta proteína, se encuentran aquellos que presentan cuadros clínicos como:

  1. Síndrome de intestino irritable (SII)
  2. Enfermedad inflamatoria intestinal
  3. Desorden del espectro autista
  4. Hipotiroidismo
  5. Hipertitoidismo
  6. Lupus eritematoso sistémico

Empieza una dieta antiinflamatoria

Llevar una dieta libre de gluten, es una alternativa viable para individuos que desean conservar o mejorar su salud intestinal a través de una dieta que evite los procesos inflamatorios.

Esto es lo que puede lograr una mujer con SOP a través de una dieta antiinflamatoria. Recuerda que las manifestaciones clínicas no siempre serán evidentes con molestias gastrointestinales.

La obesidad, la intolerancia a los carbohidratos, los dolores articulares y musculares, la fatiga, la debilidad y la depresión podrían ser consecuencia también de la sensibilidad al gluten.

Ya sabes cómo el gluten afecta la funcionalidad intestinal y conoces las consecuencias a nivel sistémico de una respuesta exacerbada del sistema inmune.

Si eres sensible al gluten, te recomendamos incorporar a tu dieta alimentos como el sorgo, la quinoa, el amaranto, el millo, el maíz y el arroz integral.

Un aporte adecuado de nutrientes contribuye a mejorar la respuesta inmune del organismo ante los elementos patógenos así como corregir los desequilibrios que desencadenan las enfermedades autoinmunes.

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