Una de las principales características del SOP y de otras enfermedades que provocan un desequilibrio hormonal es la desregulación del azúcar en sangre. Esto da lugar a subidas de azúcar en sangre, seguidas de profundas bajadas de energía y estado de ánimo. La desregulación del azúcar en la sangre puede dar lugar a síntomas como irritabilidad, temblores y fatiga, o incluso mareos y náuseas.
El baile del azúcar en sangre
La metformina suele recomendarse a las mujeres con SOP porque reduce el nivel de azúcar en sangre. Es importante decir que la metformina puede llevar a una deficiencia de B12, así que si estás tomando metformina, querrás controlar tus niveles de B12 y/o suplementar con un complejo B que incluya B12. La B12 puede ser difícil de absorber, así que si te cuesta subir tus niveles, considera una B12 sublingual y controlar tus niveles regularmente.
Aunque la metformina puede ser muy efectiva, conseguir un buen equilibrio de azúcar en sangre puede hacerse de forma natural.
¡Simplemente come alimentos reales!
Los alimentos orgánicos nutren tu cuerpo y le proporcionarán fibra, proteínas y grasas saludables, todo lo que necesitas para estabilizar el azúcar en la sangre.
En muchas ocaciones pido que se consuma entre 7 y 9 raciones de verduras al día. Sé que parece mucho, pero como muchos de mis pacientes descubren, no sólo es factible, sino también agradable. Empieza añadiendo una ración extra de verduras al día y puedes ir subiendo hasta llegar a esas 7-9.
Y de paso, ¡come un arco iris de colores! Comer un espectro de colores te asegurará una gran variedad de antioxidantes y nutrientes. Cuando estés en el supermercado, llena tu carro con todos los colores: frutas y verduras.
Adiós al azúcar
Dejar el azúcar puede ser difícil. No del tipo “no hay manera de hacerlo”, sino más bien como “¡es algo muy adictivo!”. Pero aquí está el trato, dejar el azúcar (y los carbohidratos procesados) se puede hacer. De hecho, he tenido el privilegio de ser testigo de cómo muchas mujeres aceptan el reto y se adueñan completamente de su relación con el azúcar.
No te olvides de los zumos dado que parecen super nutritivos, pero la realidad es que se trata de un consumo rápido de azúcar que puede aumentar el azúcar en la sangre más rápido de lo que tu cuerpo sabe qué hacer con él.
Come regularmente
El desayuno, la comida y la cena son imprescindibles en mucho casos. Y sí, puedes picar algo, pero que sea una verdura con proteínas. Lo siento, nada de galletas saladas, patatas fritas o caramelos.
¿No te gusta desayunar? Prueba un batido verde, añade colágeno a tu té o come huevos duros. Si eres de las que se limitan a tomar café, prueba a añadir un poco de mantequilla o aceite de coco para que te den el combustible que tanto necesitas.
Además, deberíamos de acostumbrarnos de tener en casa snack saludables para echar mano cuando nos hagan falta.
Consejo adicional: Si eres madre, ¡lleva también tentempiés para tus hijos! La clave para un niño pequeño feliz y funcional es un azúcar en sangre bien equilibrado y un sueño adecuado.
Proteínas y grasas saludables en cada comida
Esta es la clave del equilibrio del azúcar en sangre. Te mantiene saciada durante más tiempo y te ayuda a mantener niveles óptimos de azúcar en sangre. En cuanto a la grasa, piensa en tomar 1-2 cucharadas con cada comida. Créeme, tu libido te agradecerá el regreso cuando comas grasas saludables.
El enfoque aquí es en alimentos calidad que optimizan la salud hormonal.
Recuerda que la proteína vegetal no es lo mismo que la proteína animal. La proteína vegetal no es siempre completa, su digestibilidad proteica suele ser inferior y además contiene mayores compuestos no deseables como purinas, inhibidores proteasas, isoflavonas y gluten.
¿Lácteo-dependiente? Si dependes de los lácteos para obtener proteínas, también estás consumiendo mucha lactosa (un azúcar disacárido que puede ser difícil de digerir para muchas personas).
Cuando se trata de la salud y especialmente de la dieta, es importante hacerse la pregunta de “¿qué es verdad para mí?” Porque tal vez ser vegetariana te funcione o tal vez sea el momento de hacer algunos ajustes en la dieta.
Además, la mayoría de las proteínas vegetarianas son altas en carbohidratos que aumentan el azúcar en la sangre. Si tienes síntomas hormonales y eres vegetariana, deberías de mirar tu alimentación con un profesional en nutrición.
Empieza a sudar
Se ha demostrado que el entrenamiento de fuerza, el cardio y una combinación de ambos mejoran el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina, lo que mejora el equilibrio hormonal, la respuesta al estrés y la función cognitiva.
Si estás empezando, caminar y hacer ligeros estiramientos es un buen punto de partida. Ve subiendo de nivel y sé paciente contigo misma. Lo importante es que te muevas.
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